
Hay ciertas cosas y ciertas personas que tienen la capacidad de llenar mis espacios, su presencia hacen que el lugar no tenga huecos, es raro sí, pero tras mucho comprobarlo, es así.
Con la música de Micah P Hinson me pasa exactamente esto. Debo decir que no me hace demasiado bien escucharlo con continuidad, pero como las mejores cosas, cada vez que lo veo, cada vez que suena su guitarra y su preciosa voz de mierda me tiene un tiempo enganchado.
El martes lo vi en el circo Price, se dio una de esas carambolas sin explicación por la que 10 min antes del concierto la segunda fila está vacía. Micah P Hinson tocaba después de otro grupo llamado The King & The Duke, unos modernetes pesadérrimos con los que veo complicado me case alguna vez; "señores y señoras paramos 20 minutos para cambiar el equipo". Allí salió un montón de gente y el propio Micah, con un sombrero de ala estrecha ocultando ligeramente su envergadura orejil, camisa blanca, corbata granate anudada a media altura y un pañuelo de seda ligeramente hortera, pero para gustos los colores dicen.
Verlo moverse sobre el escenario, preparando el concierto, dejando las partituras en el suelo, agachándose para enchufar la guitarra al amplificador y ordenar las púas es realmente extraño, lo hace como si tuviera 70 años, en movimientos cortos y poco precisos. Con una mano ordena y desordena, revuelve, buscar, palpa sus bolsillos mientras con la otra sujeta sus rayban de pastaza negra. Va y viene con la sensación de que nada está preparado, de que nunca jamás ha visto visto una guitarra y aún menos a un micrófono que, al igual que él, se alza encorvado, mirando al suelo.

Y por fin salen las primeras letras de su garganta, no son tampoco bonitas y alegres; sí son sinceras y seguramente tuvieron algún sentido en algún momento de su vida.
No siempre da un buen concierto, algunas veces la guitarra está desafinada o se siente incómodo porque la acústica hace que suene mal la batería (o porque le aprieta la goma de los calzoncillos, vaya Vd a saber), pero el martes sonaba con la rabia y la dulzura con la que pocos son capaces de llenar el espacio. Silencio absoluto en la sala, crugir de cuerdas y rugidos devastadores de un minuto a otro, se podía ver la fuerza de su voz y de las notas en todo el circo. Hubo pocos momentos de incomodidad, todos ellos cuando callaba su voz y guitarra y cuando volvía a buscar, ordenar, palpar y desordenar.
"drift off to sleep", canción de noche, de dormir, de sosiego y tranquilidad, que esta mañana de sol de domingo llena todo esto de luz. Sí tú, de luz.
La segunda es una canción preciosa...no la habia escuchado nunca...FWP, por mucho que te duela, te gusta el mismo tipo de musica que a mi...te garantizo que a gafapastismo me ganas de calle...vamos ni me acerco...pero tambien te digo que por mucho que te duela, muchas de las canciones que te gustan a ti, me gustaran a mi...tu sin embargo jamas te dignaras a admitir que te gustan los temas que yo pongo...El viernes voy a Madrid, y espero que salgas con nosotros...te lo pondria en Facebook pero ya no tengo, te llamaria pero no tengo tu telefono...e cha or d i n a r i o w eeeeeeeno
ResponderEliminara veces buceo en tus post de antes, y hoy me ha salido este...MIcah P Hinson, su voz, sus letras para cortarse las venas pero tan adecuadas en ocasiones, tan bonitas que ponen los pelos de punta, nanas de buenas noches en más de una ocasión...muy buena elección, y que envidia el concierto...
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