César.
La pajareria, desde hace unos meses tomó cierta forma física.
Aparte del logo conseguimos ver la jaula sobre la mesita roja con 3 preciosos periquitos dentro, tuenti, trenti y piticli; azul, verde y blanco. El milagro se lo debo a mi compañero de piso y hermano pequeño, al que cada vez veo menos en casa por cierto fruto de nuestras agetreadas vidas, currando hasta las mil, fines de semana de guardias, bodas, happenings y otras eventualidades.
Por mi 30 cumpleaños recibí uno de esos regalos que no te pueden dejar indiferente. Debo decir que me gustan los animales, pero en el caso de nuestros pájaros la verdad es que preferiría tenerlos disecados o que fueran de poliuretano.
Nunca me habían hecho una fiesta sorpresa y la tuve, la verdad es que me la comí bien comida y me vino muy muy bien. Egoista!! decía yo! con mi mano recién operada, escayolo al viento, ya que no podía entrar en casa.. Cuando llegué, a eso de las 11, me encontré la casa llena de gente, un video precioso.. y a nuestros nuevos inquilinos.
El texto sobre el que se basó Migala para escribir esta canción habla de este tipo de relación. Los pajaricos, viven dentro de su jaula, son una monada, eso sí, cagan mucho, muchisimo, pero muchiiiisimo, continuamente diría yo, son fuente en lugar de ser manantial ¿?. Concretamente creo que cagan todo su cuerpo en mierda un par de veces al día con la virtud de que aletean cuando se enfadan o se la comen y la escupen o algo, pero llegas a casa y te encuentras 1 kilo de mierda esparcida a no menos de un diametro de medio metro alrededor de la jaula. Además, mis pajaros al menos, les encanta comentar o hablar a gritos o algo, con lo cual, cuando llegas por la tarde y pones musica, la tele o algo.... empiezan a pegar gritos; subes el volumen del aparato en cuestión y ellos suben su tono... y joder, sin darte cuenta, tienes de repente montado un follón de cojones en casa a las 11 pm, puro estres. Así que...al balcón... cualquier día me los voy a encontrar haciendo un fuego con las cáscaras del alpiste y frotándose las alas alrededor de un bidón (de una cáscara de nuez que tienen). Además les dejé un pato de goma amarillo y creo que le hacen vacío.
Sin embargo, todos los días (a veces...) los limpiamos, les cambiamos el agua y les damos de comer... qué curiosa relación, no? Creo que por bastante menos hay parejas que han dejado estar juntas... pero a mis pajaritos se lo permitimos... curioso, curioso...
Este texto de Julio Cortázar habla de algo parecido a esto y le sirvió a Migala para hacer esta enigmática canción con la propia voz de Cortazar (o no); me encontré con ella cuando mis aitas me regalaron también un reloj. Esta tarde volvía a escuchar el disco.
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Creo que el autor quería hablar realmente de otra cosa, pero lo "personalizó" en un reloj, creo que podemos aplicarlo a muchas cosas de la vida. Es como aquello de "trabajo para comprarme un coche para ir a trabajar"... creo que pensar en este tipo de cosas de vez en cuando no viene mal, me refiero a si caminamos en busca de la finalidad última de las cosas o realmente estamos al servicio del medio. A veces (a veces a veces) es bueno parase, elevarse, ver las cosas con perspectiva para tener bien claro que lo realmente importante es prioritario. Lucho a muerte por esto.
La pajareria, desde hace unos meses tomó cierta forma física.
Aparte del logo conseguimos ver la jaula sobre la mesita roja con 3 preciosos periquitos dentro, tuenti, trenti y piticli; azul, verde y blanco. El milagro se lo debo a mi compañero de piso y hermano pequeño, al que cada vez veo menos en casa por cierto fruto de nuestras agetreadas vidas, currando hasta las mil, fines de semana de guardias, bodas, happenings y otras eventualidades.
Por mi 30 cumpleaños recibí uno de esos regalos que no te pueden dejar indiferente. Debo decir que me gustan los animales, pero en el caso de nuestros pájaros la verdad es que preferiría tenerlos disecados o que fueran de poliuretano.
Nunca me habían hecho una fiesta sorpresa y la tuve, la verdad es que me la comí bien comida y me vino muy muy bien. Egoista!! decía yo! con mi mano recién operada, escayolo al viento, ya que no podía entrar en casa.. Cuando llegué, a eso de las 11, me encontré la casa llena de gente, un video precioso.. y a nuestros nuevos inquilinos.
El texto sobre el que se basó Migala para escribir esta canción habla de este tipo de relación. Los pajaricos, viven dentro de su jaula, son una monada, eso sí, cagan mucho, muchisimo, pero muchiiiisimo, continuamente diría yo, son fuente en lugar de ser manantial ¿?. Concretamente creo que cagan todo su cuerpo en mierda un par de veces al día con la virtud de que aletean cuando se enfadan o se la comen y la escupen o algo, pero llegas a casa y te encuentras 1 kilo de mierda esparcida a no menos de un diametro de medio metro alrededor de la jaula. Además, mis pajaros al menos, les encanta comentar o hablar a gritos o algo, con lo cual, cuando llegas por la tarde y pones musica, la tele o algo.... empiezan a pegar gritos; subes el volumen del aparato en cuestión y ellos suben su tono... y joder, sin darte cuenta, tienes de repente montado un follón de cojones en casa a las 11 pm, puro estres. Así que...al balcón... cualquier día me los voy a encontrar haciendo un fuego con las cáscaras del alpiste y frotándose las alas alrededor de un bidón (de una cáscara de nuez que tienen). Además les dejé un pato de goma amarillo y creo que le hacen vacío.
Sin embargo, todos los días (a veces...) los limpiamos, les cambiamos el agua y les damos de comer... qué curiosa relación, no? Creo que por bastante menos hay parejas que han dejado estar juntas... pero a mis pajaritos se lo permitimos... curioso, curioso...
Este texto de Julio Cortázar habla de algo parecido a esto y le sirvió a Migala para hacer esta enigmática canción con la propia voz de Cortazar (o no); me encontré con ella cuando mis aitas me regalaron también un reloj. Esta tarde volvía a escuchar el disco.
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.
Creo que el autor quería hablar realmente de otra cosa, pero lo "personalizó" en un reloj, creo que podemos aplicarlo a muchas cosas de la vida. Es como aquello de "trabajo para comprarme un coche para ir a trabajar"... creo que pensar en este tipo de cosas de vez en cuando no viene mal, me refiero a si caminamos en busca de la finalidad última de las cosas o realmente estamos al servicio del medio. A veces (a veces a veces) es bueno parase, elevarse, ver las cosas con perspectiva para tener bien claro que lo realmente importante es prioritario. Lucho a muerte por esto.
ufff.... demasiada moralina? ufff..volumena a tope y escaapeeee....
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